Volando dentro de una lamparita de 25 wts
Sesiones escritas
Maldicion deseada.
Envuelto en maldiciones gitanas,
con violines y acordeones,
me disipo en la neblina del muro;
ladrillo a ladrillo me hago revoque.
Que demuelan mi imaginación,
que empuñen en sus manos
mis letras despintadas.
Escupen la tierra reafirmando
el juramento, se muerden los dedos.
Las melodías bellacas entran
sollozando por mi ventana.
Rompo los cristales,
cuelgo la cuerda del cielo raso,
lleno las bañeras con sangre
y saco del bolsillo mi pata de conejo.
El muro comienza a temblar con
los huesos de mis piernas:
castañuelas, campanitas, cascabeles,
que se silencie el eco de mis anaqueles;
-ojala te enamores-
ojala que no te equivoques.
Y el muro se desarma por completo
hasta derrumbar mi guardia...
FUERA DE SEKTOR
Los Violadores.
Hoy todo está fuera de sektor
tal vez no estuvo nunca mejor
nadie regula mi decisión
nadie transforma mi satisfacción.
La mente se adelanta
el cuerpo quiere ceder
aunque no ríen ni lloran
todo puede suceder
si tu quieres otra vez.
Hoy todo está fuera de sektor
tu mente está fuera de control
tu cuerpo está fuera de control
hoy todo está fuera de sektor.
Afuera es noche y brilla la ciudad
hay gente demente que siempre busca más
aunque ya no queda nada en que gastar
con demasiada paz y tanta soledad.
La mente se adelanta
el cuerpo quiere ceder
aunque no ríen ni lloran
todo puede suceder
como la primera vez.
Hoy todo está fuera de sektor
tu mente está fuera de control
tu cuerpo está fuera de control
hoy todo está fuera de sektor.
Hoy todo está fuera de sektor
tal vez no estuvo nunca mejor
nadie regula mi decisión
nadie transforma mi satisfacción.
Fuera de sektor, fuera de sektor,....
Las palabras mudas del río
¿Cómo hacer gritar a mis palabras escritas? Veo las cascadas del río caer sobre mis pupilas, veo los silencios de las gotas resbalar, hacerse lagos en mi rostro, siento cada gota en cada poro. Pero no puedo gritarlo. y si no grito, no podrá escucharme desde tan lejos. Dibujo cada letra con mis dedos, le pongo mis lágrimas exhaustas, las pinto con el mismo agua que rocía en mi alma. Pero no alzan la voz, y ella sigue sin escucharme. Le agrego negros signos de admiración, todas las letras se transforman en mayúsculas esperando que la ascensión sirva al sonido. Escribo su nombre en el cielo. Pero ella no suele levantar su cabeza. ¿Cómo hacer gritar a estas palabras escritas aquí? No lo logro. La catarata se va vaciando hasta verse las piedras, hasta en los huesos se siente la dureza fría, la áspera roca que cruje sin elevar la voz... Mis palabras entristecen, y no quieren intentar gritar más. Y ella, y ella jamás supo, que quise decirle algo. .
Despedida tardia
Me quisiera despedir sin saludarlos,
sin entregarles la fotografía amarillenta
que empapa las estaciones de tren de Caseros.
Quisiera, si es posible, que mi memoria
traicionera no me abandone en este momento,
sentir el perfume de los tilos impregnando
las casas barriales; los niños en bicicleta por
Tres de Febrero sin poder molestar a los porteros.
No, no podré despedirlos,
sus cuerpos flacos se borronean en mis ojos;
la radio dominguera se apaga en cada mañana,
y no quisiera molestarlos a estas horas.
Jugar que despierto en el comedor
de panes con manteca y azúcar,
en el sótano, en el patio de la vecina fantasma,
en el solitario que jugaban por la tarde.
Regresaría con él desde el almacén de la esquina
pausándome en cada paso que demos.
Desearía que ella aprenda a cruzar la calle conmigo.
Escuchar sus voces,
si es que las recuerdo aun.
Me quisiera despedir inmerso
en una gran metáfora de añoranzas,
de manzanos en la puerta,
de autitos de colección,
de mates y galletitas de leche;
me quisiera despedir
con unas pocas palabras
que nunca podré escribir aquí.
la belleza del verdugo
Velada sin velas
para el verdugo
que arrastra tras su sombra
la sombría mirada del adios.
Dejó el cigarrillo en suboca,
no lo encendió, no me observó.
Atardecer en las madrugadas
con el verdugo
que ancla sin anclas
los soles de invierno.
Se sentó en la mesa, callada,
maltratándome en cada palabra,
en cada frase que no dijo.
Sin miedos en mi cobardia
besé al verdugo en la boca
sin quietarle la capucha
para sentir mejor sus labios.
Encendió el cigarrillo,
no se atrevio a obserbarme,
y con el ademan mas dulce,
me dijo
-voy a matarte.
Mañana por la mañana(vendran mis dudas a despertarme)
Desde mañana me impongo libre,
me declaro absuelto de culpa
me excomulgo de mis propios bienes.
Anclo mis pecados en el sostén de Magdalena,
prendo velas antes de quitarme los laureles,
los que nunca posé en mi cabeza.
Corono al cielo con plegarias de silencio,
con canciones de niños huérfanos, de niños,
que nunca llegaremos a amamantar.
Mañana,
mañana, y solo mañana al despertar,
me desangro vulnerable, me destaco,
me quito las estacas de fábrica tomada,
incendio las radios, los paralelos, los meridianos.
¿Dónde limita la palabra deseo en mi enjambre
de avispas?
¿Dónde desanimo el manzano de lívidos alcohólicos?
Mañana el templo vendrá de rodillas
a la hora del té, y lo hallare dormido.
Desde mañana miento que empiezo de nuevo,
desde mañana, luego de escuchar
las palabras absueltas de mi sexo,
después de ayer, cuando en la ceremonia
me declararon impuro, lo decido hoy.
Hoy que desentierro el reloj de pared.
Hoy que ansió que no llegue mañana.
Mañana corto el cordón de mi zapato izquierdo.
Y me despropongo desarmado.
Mañana, hoy, ayer jamás, me presento
frágil mosca de plato vació,
de bar callado,
de impunes rencores,
de solemnes hasta mañana
-que sueñes con los angelitos.
Manos oxidadas
No niña,
no es una navaja la que corta tu cuerpo,
son mis manos.
lo siento, son mis manos de navajas.
Me miró sonriente,
me miró con arrogancia;
se burló de cada palabra, de cada gesto.
Me miró con dulzura.
No, sin dejar de reírse,
te equivocas,
es mi cuerpo el que lastima tus manos,
tus manos de navaja.
Lo siento, es mi cuerpo de oxido,
lo siento por ti.
Dejo de sonreír,
silencio, dejo de mirarme.
Creep (Radiohead)
cuando estuviste aquí antes
no te podía ver a los ojos
eres como un ángel
tu piel me hace llorar
flotas como una pluma
en un mundo hermoso
desearía ser especial
tu eres tan jodidamente especial
pero soy un escalofrió...
soy una rareza
que mierda estoy haciendo aquí?
yo no pertenezco aquí...
no me importa si me duele
quiero tener el control
quiero tener un cuerpo perfecto
quiero un alma perfecta
quiero que te des cuenta cuando no estoy junto a ti
tu eres tan jodidamente especial,
desearía ser especial
pero soy un escalofrió
soy una rareza
que mierda estoy haciendo aquí?
yo no pertenezco aquí...
ella esta corriendo fuera de la puerta
ella esta corriendo
ella corre, corre, corre, corre...
lo que sea que te haga feliz
lo que sea que quieres
tu eres tan jodidamente especial
desearía que fuera especial
pero soy un escalofrió...
soy una rareza
que mierda estoy haciendo aquí?
yo no pertenezco aquí
yo no pertenezco aquí...
manos mias
No se cansan, manos escuálidas,
manos pesadas, manos lentas;
cuantos adjetivos desiguales,
contrarestados, cuantos adjetivos,
mas o menos, parecidos, mas
o menos distantes, debo usar
para describirlas.
Manos marcadas con llagas,
manos que entristecen el vaso
que no he de tomar esta noche.
Manos aburridas debatiendo
sobre la obra de algún poeta;
poeta que se quedo dormido,
poeta que se escapo de un libro,
poeta que nunca descubrió
la metáfora que describe al
intrépido y vil sendero.
Manos temblando suave
en el seno de una mujer,
sudando impacientes sobre
otras manos; más o menos
similares, un poco más calladas,
un poco menos veloces.
Manos esculpiendo, profetizando,
manos que descubren la mentira,
Manos que saben ocultarla;
mentiras que se escuchan en las calles,
en las iglesias, mentiras que te acusan,
mentiras que se dan el privilegio
de pasear desnudas por los bares.
Manos que saben sostener una cabeza,
una cabeza vacía, mirando fijamente
un monitor que escupe inimaginables
momentos de frialdad, momentos huecos.
Manos que superan el miedo intocable,
manos que se cargan la cruz en la espalda.
Manos que sin inspiración alguna,
se atreven a entregarles este escrito.
Contéstenme, admirables manos,
no se cansan de protegerme de tantos golpes.
No se cansan de secar mis pupilas sangrando,
de estrechar falsas manos a falsos fantasmas.
Hoy les daré descanso eterno,
hoy les quitare la vida,
hoy las desprenderé de mi cuerpos,
las cortare en rodajas y las dejare libres.
Aunque sean estas, las ultimas frases
Amiga, abrazemos la inmortalidad.
Amiga.
Acógeme en tu vientre,
quiero permanecer siglos enteros.
Déjame inmortalizarme acurrucado ahí.
canta conmigo dentro tuyo,
canta una canción de cuna.
Para ver que ocurre.
Soñemos el mismo sueño
hasta alcanzar la eternidad.
Callemos este secreteo abrazados.
Amiga. No te dejes caer.
No, mientras permanezcamos dentro.
Después del la lluvia, los sueños.....
Despierto de la lluvia,
despierto dentro de ella,
despierto siendo ella.
Dejo de ser hombre para ser ella,
me pinto los labios, sutilmente
pinceladas de seducción en mi boca;
me recojo el cabello enmarcando mi cara,
cataratas oscuras que caen de mi flequillo;
sin pintura en mis ojos, ¿para que?, si igual se perderán,
en la neblina del horizonte, en los cerrojos de silencio.
Me despierto coqueteando con los rascacielos,
histeria de emociones, parada sobre antenas satelitales.
Despierto empapada con caricias de seres distantes,
empañada de canciones que dictan mi sentencia.
Me arrojo sobre el océano para limpiar mis senos,
lavarlos de las toscas heridas que lo marcan.
Soy cada gota, que tu cuerpo transpira,
y en cada gota me llevo parte de tu piel.
Soy la acecina que entro de madrugada
antes de que despiertes, antes de que te arranques los ojos.
Soy tu Verduga, y te robare la vida, sin quitarte los seños.
Despierto de la lluvia,
despierto fuera de ella,
despierto siendo un charco.
Reflejo un halo de incertidumbres,
una ciudad vacía, impregnada de temores,
rociada con los más crueles fantasmas.
Pero me despierto en arboledas de tilo,
respiro el perfume, siento su fragancia.
Y en cada sueño muero en sus manos.
en cada madrugada me ahogo en sus tormentas.
Las que golpean el vidrio de la habitación,
alejándome lejos de este cuerpo débil,
cuando me despierto dentro de ella,
cuando me despierto siendo ella
mientras nos bañamos juntos
en su vientre antes de despertar.
Antes de la lluvia.
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