Despedida tardia
Me quisiera despedir sin saludarlos,
sin entregarles la fotografía amarillenta
que empapa las estaciones de tren de Caseros.
Quisiera, si es posible, que mi memoria
traicionera no me abandone en este momento,
sentir el perfume de los tilos impregnando
las casas barriales; los niños en bicicleta por
Tres de Febrero sin poder molestar a los porteros.
No, no podré despedirlos,
sus cuerpos flacos se borronean en mis ojos;
la radio dominguera se apaga en cada mañana,
y no quisiera molestarlos a estas horas.
Jugar que despierto en el comedor
de panes con manteca y azúcar,
en el sótano, en el patio de la vecina fantasma,
en el solitario que jugaban por la tarde.
Regresaría con él desde el almacén de la esquina
pausándome en cada paso que demos.
Desearía que ella aprenda a cruzar la calle conmigo.
Escuchar sus voces,
si es que las recuerdo aun.
Me quisiera despedir inmerso
en una gran metáfora de añoranzas,
de manzanos en la puerta,
de autitos de colección,
de mates y galletitas de leche;
me quisiera despedir
con unas pocas palabras
que nunca podré escribir aquí.
2 Comments:
Me encanta el poema y tu estilo, lo que pasa es que me he echo un lio al leer todos tus blog, no se cual es el adecuado
Muchos besiños
PD. Gracias por escribir
Akira,Bueno, ahora ire para tu blog, igual es facil, 25wts, es viejo, de un pasado oscuro.......digamos. milcaricias es de cuentos.....los cual no escribo mucho.........y este es en el que escribo ahora, asi que visite este, muy maravillado de que le guste mi estilo.saludos
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